jueves, 19 de noviembre de 2009


WILLIAM SEWARD BURROUGHS. Nació en Saint Louis, 5 de febrero de 1914 y murió en Kansas, 2 de agosto de 1997 fue un novelista, ensayista y crítico social estadounidense.
Nació en medio de una familia acomodada. Su abuelo inventó una máquina de sumar que serviría para fundar la “Burroughs Adding Machines”, empresa que aún existe, aunque es más conocida como “Burroughs”. Terminó sus estudios en la Universidad de Harvard en 1936. Ya desde pequeño descubrió sus inclinaciones homosexuales y su pasión por las armas de fuego, que le acompañó toda su vida. Tras un periodo terriblemente autodestructivo durante los años cincuenta tras una primeriza incursión en la literatura pulp (estilo de revista pulp, de principios del siglo XX) (es el caso de Yonqui su primera obra), se dedicó a partir de los sesenta a escribir con bastante continuidad.
Mató a su mujer Joan Vollmer de un disparo en la cabeza cuando trataba de emular a Guillermo Tell y falló el tiro, dándole entre los ojos en lugar de dar a la manzana.

Su obra tiene una importante carga autobiográfica, y en ella se plasma su adicción a diversas sustancias, como la heroína.
La experimentación, el surrealismo y la sátira constituyen, además, algunos de los elementos más destacados de sus novelas.

Sus primeras publicaciones se engloban dentro de la Generación Beat (beatificado), esto es, el grupo de intelectuales y artistas estadounidenses que definieron y dieron forma a la cultura tras la Segunda Guerra Mundial. No en vano, Burroughs mantuvo importantes contactos con escritores como Allen Ginsberg (del que se cree que fue amante), Gregory Corso, Jack Kerouac y Herbert Huncke. Pero la influencia de su literatura trascendió ampliamente este movimiento, dejándose sentir posteriormente en otras manifestaciones artísticas de tipo contracultural.
Ingresó en la “Academia Estadounidense de las Artes y las Letras” en 1984.

La obra de Burroughs comenzó siendo formalmente convencional aunque sus temáticas no lo eran. Es el caso de sus obras primerizas como Yonqui o Queer “Marica”, que no fue publicada hasta 1985.

Posteriormente se entregó a la experimentación formal con mayor o menor éxito. Técnicas como el cut-up (que aprendió de su amigo Brion Gysin) consistente en collages narrativos o un esfuerzo denodado por destruir las normas sintácticas y semánticas sin perder el sentido del relato. De esta época proceden Nova Express, La Máquina Blanda o El Almuerzo Desnudo.

No se debe considerar esta experimentación como algo sin objetivo. La peculiar filosofía de Burroughs, que en definitiva es la que ha dado trascendencia a su obra, es casi mesiánica. Según Burroughs, el ser humano está alienado por el lenguaje. Considera que el lenguaje (y las normas gramaticales y sintácticas que le caracterizan) es un organismo parásito, un virus, que ha elegido nuestras mentes como hábitat. El problema se complica porque los seres humanos infectados no saben que lo están.
Para Burroughs, la auténtica revolución no es de índole social, sino mental. Deshacerse del virus lenguaje es el primer paso. La guerra contra este virus establece una continuidad en gran parte de su obra, donde los protagonistas (humanos, extraterrestres, seres inorgánicos, demonios) están claramente de un bando o de otro y se enfrentan violentamente, sin reglas de ningún tipo.
Los esfuerzos de este autor por trascender las reglas del lenguaje consiguen finalmente destruir esa tiranía inherente, de tal manera que Burroughs consigue expresar imágenes y mundos como nadie ha podido antes. No se puede afirmar, que haya conseguido este objetivo desde el primer momento. Las obras anteriormente mencionadas en ocasiones rozan la ilegibilidad y exigen un esfuerzo considerable por parte del lector. No es sino hasta su madurez, con la trilogía (Ciudades de la Noche Roja, El Lugar de los Caminos Muertos y Tierras del Occidente) donde este autor consigue el equilibrio entre accesibilidad, experimentación y revolución.
En estos tres libros, auténticas obras maestras, la destrucción del lenguaje se lleva a cabo de manera tan sutil que en la práctica el lector no se da cuenta de que en realidad el texto está violando todas las reglas del lenguaje, logrando además que el texto se transforme en imágenes de modo fluido.

Algunas de sus obras más relevantes son:

• Yonqui (1953), bajo el seudónimo de Bill Lee
• El almuerzo desnudo (1959), escrita en Tánger (Norte de Marruecos)
• The Soft Machine (1961)
• Nova Express (1963)
• Cartas del Yage (1963)
• The Electronic Revolution (1971)
• Naked Scientology (1978)
• The four horsemen of the Apocalypse (1980)
• Ciudades de la noche roja (1981)
• Marica (1985)
• Artículos, Entrevistas, Historias Cortas

Aquí les dejo esta colección muy recomendada algunos libros son en castellano y otros en ingles.

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